El 10 de enero, el Palacio Federal Legislativo de Caracas, sede del Parlamento unicameral venezolano, será el epicentro de una jornada marcada por la tensión política y social. Ese día, está previsto que Nicolás Maduro inicie un controvertido tercer mandato de seis años como presidente de Venezuela, tras jurar su cargo ante los diputados de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, la ceremonia no estará exenta de controversias. La legitimidad de la reelección de Maduro, anunciada tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, ha sido cuestionada debido a la negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al oficialismo, de entregar los resultados completos y detallados de los comicios. Según el CNE, Maduro obtuvo el 52% de los votos, pero la oposición asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, logró el 70% de los sufragios, basándose en el conteo del 80% de las actas de escrutinio en su poder.
Creciente tensión en el país
A medida que se acerca la fecha de la juramentación, crece la tensión en Venezuela. Diversos sectores de la oposición han convocado movilizaciones para protestar contra la toma de posesión de Maduro. Por su parte, el oficialismo también ha anunciado marchas en apoyo al mandatario y ha implementado medidas de seguridad para “garantizar la paz” durante los actos oficiales.
La militarización en Caracas y en otros puntos estratégicos del país se ha intensificado en las últimas semanas, con despliegues de fuerzas de seguridad y retenes en las principales arterias viales. Las autoridades han advertido que no tolerarán disturbios ni intentos de desestabilización.
El retorno incierto de González
Edmundo González Urrutia, el candidato opositor que asegura haber ganado las elecciones, ha prometido regresar a Venezuela para asumir la presidencia. Sin embargo, no ha explicado cómo pretende llevar a cabo su retorno en medio de las amenazas de detención por parte del gobierno.
Tras salir de Venezuela en septiembre, González se instaló en España y ha llevado a cabo una gira internacional en busca de apoyo. Recientemente visitó Argentina y, este lunes, se reunió en Washington con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Las autoridades venezolanas han advertido que si González pone un pie en el país, será arrestado inmediatamente.
Un país dividido
La polarización en Venezuela se ha agudizado en las últimas semanas, con un escenario político que enfrenta a dos visiones opuestas del futuro del país. Mientras el oficialismo insiste en que la reelección de Maduro fue legítima y representa la voluntad del pueblo, la oposición denuncia un fraude electoral y reclama el triunfo de González.
El 10 de enero promete ser un día decisivo en la historia reciente de Venezuela, con el riesgo de que las tensiones desemboquen en enfrentamientos. La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos, con algunos países reconociendo a González como presidente electo y otros manteniendo su apoyo a Maduro. En este contexto, el futuro del país sigue siendo incierto, mientras millones de venezolanos esperan una resolución que permita superar la crisis política y social que los afecta.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/cje9q07w1w2o