Mientras el reloj avanzaba en el AT&T Stadium, la selección de Panamá escribió un nuevo capítulo dorado en su historia futbolística. Detrás del 2-1 sobre Estados Unidos que los llevó a la final de la Liga de Naciones de la CONCACAF, emergieron figuras clave como José Fajardo y Aníbal Godoy, cuyas actuaciones se convirtieron en símbolo de resistencia y talento.
Fajardo, delantero del Deportivo Saprissa, abrió el marcador con un remate frío tras un error del defensa Chris Richards, demostrando por qué es considerado el «depredador» del equipo. «Siempre creí que podíamos ganar. Sabíamos que su defensa era vulnerable a contraataques», declaró el jugador. Pero el momento cumbre llegó con Godoy: el capitán del Nashville SC conectó un zurdazo imparable desde fuera del área, sellando un triunfo que ya se califica como el más importante en una década para Panamá.
No menos crucial fue el aporte del portero Luis Mejía, quien atajó tres remates claros de Brenden Aaronson y Ricardo Pepi. «Mejía fue un muro. Sin él, el resultado sería otro», reconoció Christiansen.
Este triunfo no solo resalta el crecimiento de jugadores locales, sino también el impacto de panameños en ligas extranjeras: Michael Murillo (Marseille) y Édgar Bárcenas (América) brillaron en los carriles, mientras Adalberto Carrasquilla (Houston Dynamo) controló el mediocampo.
Fuente: Prensa.com